Érase una vez, un conde llamado: Conde Sándwich. El conde, invitó a unos amigos a comer. Cuando llegaron, el mayordomo les dijo que esperaran hasta que hiciera la comida.
El conde, les ofreció una partida a las cartas, y empezaron una partida.
Cuando la comida ya estaba lista, el mayordomo les avisó, y el conde le dijo que enseguida irían. Pero siguieron jugando, horas y horas. Y cuando se sentaron a la mesa, la ensalada ya había perdido la frescura, y no comieron.
Cada día se repetía lo mismo, jugaban horas y horas. Entonces un día, el mayordomo entró agobiado diciéndole otra vez al conde que ya estaba la comida en la mesa, ya se podían sentar.
Pero seguían jugando. El mayordomo llamó a los cocineros, que preparasen cuatro bandejas. Entonces cortó lonchas de carne, y las puso en medio de unos panecillos.
Entonces el mayordomo les sirvió el plato, y el olor, enseguida les abrió el apetito.
Y entonces dijeron que era la mejor comida que habían probado en su vida.
Y que era una manera muy buena de servir la comida, porque podían comer y jugar al mismo tiempo.
Y de ahí viene la palabra sandwich, del conde Sandwich.
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